El talento no tiene fecha de caducidad
Por Ana Matarranz, coautora de El Factor Edad, alta directiva y consejera

Vivimos un momento histórico apasionante. El mundo del trabajo está en plena transformación y, como líderes, no podemos limitarnos a observarlo: debemos moldearlo. Las reglas han cambiado. Las trayectorias profesionales ya no son lineales, la longevidad ha dejado de ser una cuestión marginal y las nuevas formas de colaboración entre generaciones son tan necesarias como urgentes.
En este contexto nace El Factor Edad, un libro que he tenido el privilegio de escribir junto con Enrique Arce junto a un equipo extraordinario de profesionales. Es mucho más que una reflexión: es una llamada a la acción. Porque si hay algo que tengo claro es que el talento no tiene edad. Y desaprovecharlo sería, sencillamente, un error estratégico.
Liderar en tiempos de longevidad
Las empresas que quieran prosperar en la nueva economía no pueden seguir operando bajo modelos diseñados para otra era. La longevidad no es solo una realidad demográfica; es también una oportunidad de transformación cultural y organizativa. En El Factor Edad abordamos esta idea con claridad: el aumento de la esperanza de vida exige un rediseño del trabajo que ponga en valor todas las etapas de la vida profesional.
Desde mi experiencia como consejera y alta directiva, veo cómo muchas organizaciones aún no han interiorizado este cambio. Siguen asociando edad a jubilación y experiencia a inmovilismo, y juventud a innovación. Y sin embargo, la realidad es mucho más rica. Lo que necesitamos son entornos donde distintas generaciones trabajen juntas, se escuchen, se desafíen mutuamente y se enriquezcan en el proceso.
Resiliencia: la competencia silenciosa que sostiene el cambio
Uno de los conceptos que más me emociona del libro es el de la resiliencia generacional. Hablamos de esa capacidad, forjada con los años, para gestionar la incertidumbre, levantarse después de una caída, y seguir avanzando. En mi carrera he visto cómo esta resiliencia se convierte en un activo valiosísimo, especialmente en momentos de transformación profunda.
Y sin embargo, no siempre se reconoce. El discurso de la innovación suele centrarse en la disrupción, en la velocidad, en lo nuevo. Pero tan importante como innovar es sostener. Las personas con más recorrido profesional —muchas veces olvidadas en los planes de talento— son las que tienen la capacidad de dar continuidad, de poner perspectiva, de aportar solidez cuando todo cambia.
Flexibilidad real: el nuevo contrato emocional
Uno de los mensajes clave de El Factor Edad es que el futuro del trabajo será necesariamente más flexible, diverso y personalizado. Y no hablo solo de políticas de conciliación o flexibilidad . Hablo de rediseñar el pacto entre empresa y empleado para adaptarse a los distintos momentos vitales.
He visto cómo las carreras se fragmentan, cómo el talento se mueve con otros códigos, cómo las motivaciones evolucionan. La fidelización hoy no pasa por ofrecer “más” en términos económicos, sino por construir una propuesta de valor que tenga sentido para cada persona en cada etapa. Por eso proponemos modelos más modulares, donde conceptos como el role hopping, el trabajo por proyectos o el acompañamiento en la transición hacia una “segunda vida profesional” no sean excepciones, sino parte estructural del diseño organizativo.
Coexistencia generacional: de la teoría a la práctica
El libro está lleno de propuestas concretas para activar la colaboración intergeneracional: desde programas de mentoring cruzado hasta consejos de sabios y laboratorios de innovación multiedad. Lo que queremos es romper estereotipos y demostrar que la edad, lejos de separar, puede ser el punto de partida para nuevas formas de aprender y liderar.
Personalmente, creo firmemente en el poder del coaching inverso. He aprendido mucho de profesionales más jóvenes que yo: de su mirada fresca, de su dominio natural de la tecnología, de su valentía para cuestionarlo todo. Y al mismo tiempo, he sentido su agradecimiento cuando les ofrecía claves que no estaban en los libros, sino en la experiencia vivida.
Del talento al legado
Si algo hemos querido transmitir en El Factor Edad es que el talento no se jubila: evoluciona. Y como líderes, tenemos la responsabilidad de crear espacios donde ese talento siga floreciendo. Porque las personas no quieren retirarse, quieren reinventarse. No quieren desaparecer, quieren dejar legado.
Esa es una de las ideas más poderosas que atraviesan el libro: el paso de una cultura centrada en el rendimiento inmediato a otra centrada en el impacto a largo plazo. Los profesionales sénior pueden convertirse en mentores, embajadores de cultura, dinamizadores de comunidad. Pero para ello necesitan ser vistos, reconocidos y valorados.
Una agenda urgente para los Consejos y Comités de Dirección
Como consejera, sé que este tema ya está en la agenda de los principales órganos de gobierno. No por razones únicamente éticas o sociales, sino por una cuestión de sostenibilidad y competitividad. Las empresas que sepan gestionar bien la edad —igual que gestionan la diversidad de género o la inclusión cultural— serán más innovadoras, más estables y más rentables.
Por eso este libro no es solo para profesionales de RRHH. Es una lectura imprescindible para CEOs, consejeros, inversores y líderes de cualquier sector. Porque el verdadero reto no es tener talento, sino saber activarlo en todas sus formas. Y eso incluye, sin duda, el Factor Edad.
Conclusión: liderar con visión es liderar sin prejuicios
Estamos ante una oportunidad única de rediseñar el trabajo para que sea más humano, más flexible y más conectado con la realidad de las personas. El Factor Edad es una brújula para ese camino. Una guía que combina datos, reflexión y acción. Pero, sobre todo, una invitación a mirar de nuevo, con otros ojos, a quienes ya estaban allí… y que aún tienen mucho que aportar.
Porque el futuro del trabajo no se construye excluyendo, sino integrando. No negando la edad, sino celebrando el valor que trae consigo.
Ana Matarranz es alta directiva, consejera y coautora del libro El Factor Edad. Con más de 20 años de experiencia liderando equipos en los sectores asegurador y de consultoría estratégica, ha sido reconocida como la Mujer Más Inspiradora en los Premios Empower Women in Insurance 2022 y nombrada Persona del Año 2019 por la Asociación de Jóvenes Profesionales del Seguro . Defensora de la diversidad generacional y el liderazgo con propósito, promueve nuevas formas de trabajo más humanas, flexibles y sostenibles.